Los beneficios de beber té son conocidos en todo el mundo. El té de manzanilla previene las gripes y acabar con el malestar estomacal, el té de tila sirve para relajar el cuerpo, el té verde para bajar de peso, etc.
Por eso, la mayoría de nosotros seguramente hemos escuchado que tomar un té después de comer ayuda a preservar o mejorar nuestra salud general. Y esto se debe a que además de sus propiedades antes mencionadas, todas ellas tienen dos beneficios en común y son razón suficiente para empezar a tomarlas después de cada alimento:
Beneficios de tomar té después de comer
Antes Cabe mencionar cuales son los beneficios, debes tener en cuenta que los tés, en su mayoría, tienen un alto contenido de polifenoles, sustancias que puede interferir en la absorción del hierro de la comida. Por eso, consumirlo en ocasiones crea controversias, así que si padeces alguna condición en la que tu cuerpo necesite hierro, no adoptes esta práctica.
El té ayuda a la digestión
Está comprobado que beber un té después de comer, mejora el proceso digestivo haciendo que se lleve a cabo de forma más rápida, placentera y sin las molestias de muchos digestivos y laxantes.
La mayoría de los tés, como el té de jengibre, no sólo favorecen la digestión, también disminuyen la inflamación de los intestinos, evitan náuseas y vómitos. O el té de boldo, que elimina toxinas del organismo, reduce gases y evita la retención de líquidos.
El té ayuda a la sensación de saciedad
¿Cuántas veces nos hemos quedado con hambre, gula o apetito después de comer? En este punto lo más normal es comerse un postre, pero con esto solo logramos la ingesta innecesaria de azúcares y grasas.
Los tés nos ayudan a llegar a esta sensación de saciedad y al mismo tiempo cuidamos la salud de nuestro cuerpo previniendo sobrepeso y enfermedades por consumir un exceso de azúcares o calorías innecesarias.